No cito palabras exactas, pero viene a ser más o menos así:
En una de sus habituales diatribas contra las clases a las ocho de la mañana, Pepe Perona dijo una vez que la filología era una ciencia de leer bajo el flexo, hecha de noche, soledad y silencio, de café y humo de tabaco.
Esa fue la primera vez que sentí que quizá sí tenía vocación de filólogo, que no había llegado a aquellas aulas dando tumbos desorietado, que quizá aquél era mi sitio.
También yo prefiero la noche, prefiero el silencio.