lunes, 8 de diciembre de 2008

Tiempo amarillo



Leyendo amarillo, de Félix Romeo. Un libro muy bueno pero pegajoso, con un estilo tan marcado, obsesivo a veces, que deja uno de leer y sigue pensando como si estuviera dentro del libro, como si narrara su propia vida en una carta a alguien que ya no está.

Trata del suicidio de un amigo del autor, el también escritor Chusé Izuel, en el año 92, cuando ambos tenían poco más de veinte años. No es una investigación sobre el suicidio, no es una biografía del amigo muerto, es solamente un intento de enumerar las piezas de un puzzle imposible de recomponer, de intentar saber quién era cada uno y cuánto desconocía del otro.

También yo tuve a alguien que se suicidó, pocos meses antes de cumplir los veinte. Al leer voy reconociendo en Chusé pequeños gestos a los que no di importancia en su día: los tics del suicida, un pequeño código premonitorio sólo una vez consumada la muerte, cuando el toro ha pasado y es fácil dar significado a las cosas. Me van asaltando otra vez aquellas preguntas, las que todos los que nos quedamos aquí nos hicimos sin poder responder, la sensación de no entender la historia completa, en realidad de no entender nada.

Voy enfrentándome con quienes éramos pocos meses antes de cumplir los veinte.

(También yo intenté escribir un libro sobre tu muerte.

No lo acabé nunca.)

2 comentarios:

reginorey dijo...

Tenía en mente leer el libro de Félix Romeo por dos cosas, una por el título, yo también empecé un libro que se llamaba igual (aunque no iba de lo mismo) y la otra porque me parece un tipo muy simpático, nos dio unas cuantas clases en un taller de escritura que hice en la biblioteca. Si no lo leí es porque no me parecía un tema de mi interés, ahora quizá me anime.

José Lorente dijo...

El libro merece la pena y, pese a lo que se podría pensar por el tema que trata,no es especialmente desolador. Tiene momentos bastante intensos que, por lo menos a mí, me dejan noqueado, pero el ambiente general no es de tristeza ni pesimismo.

Me ha recordado de algún modo a "La invención de la soledad" de Paul Auster, por aquello de intentar reconstruir la figura de un ser querido, en el caso de Auster el padre, y la imposibilidad de hacerlo objetivamente.

Además se lee en una tarde.

Si todo esto no te convence aquí dejo una crítica escrita por... Nacho Vegas:

http://4.bp.blogspot.com/_0ZFXG-eaInI/SJFyInva-eI/AAAAAAAAALo/oeezfwLUyeM/s1600-h/P1010182.jpg