jueves, 6 de noviembre de 2008

Toni Morrison y Obama

Recuerdo que hace unos años, antes del fenómeno Obama, en una entrevista a un diario español, la premio nobel Toni Morrison era preguntada acerca de la posibilidad de que un negro fuese elegido Presidente de los Estados Unidos. Morrison respondía que ese momento estaba sin duda muy cerca, pero que existía una serie de políticos negros diseñados por el hombre blanco (siento expresarme en términos tan demagógicos, pero así hablaba la novelista), que habían tenido la misma educación que los blancos y que pensaban exactamente como los blancos. Citaba como ejemplo de este tipo de políticos a Condoleezza Rice y a Colin Powell. Según ella, era muy posible que alguien de este calado llegase a la Casablanca en breve, pero que en cualquier caso su elección sólo serviría para paliar el superficial estigma de no haber elegido nunca a un presidente negro, cuando en realidad todas las cosas seguirían igual.

Con esto quiero decir que el simple hecho de que Obama sea negro no garantiza que vaya a ser un presidente más progresista que, por ejemplo, Clinton (asumo que sí será más progresista que Bush). Creer que el color de piel de una persona va a determinar sus ideas políticas es tan iluso como creer que el sexo también las determina ¿Creían los británicos en 1979 que, al haber elegido a una mujer como primera ministra, su sociedad iba a ser más justa e igualitaria? Recelo por tanto de quienes consideran el día de ayer un gran paso en la historia. Ese paso sólo puede darlo Obama con sus actos.

1 comentario:

Morrison dijo...

De momento, Obama ya ha conseguido algo que tiene muchisimo merito: Ilusionar, no solo a un pais, sino a un planeta con muchas razonez para mirar al futro con pesimismo

PD: Perdon por las tildes